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Dilma Rousseff, Eácio Neves y Marina Silva |
Más de 42 millones de brasileños asistieron este 5 de octubre a las urnas teniendo en sus
manos el destino del gigante sudamericano, sexta económia del mundo y primera en Latinoamérica.
Dilma Rousseff del
partido de los trabajadores (PT) actual mandataria plantea la continuidad del esquema que comenzó Lula Da
Silva, mientras los opositores Marina Silva, del partido Socialista (PSB), y Aécio
Neves, del Partido Social Demócrata (PSDB), postulan un cambio en la política Brasileña
cuya prioridad es recuperar el crecimiento económico.
Si ninguno llega alcanzar el 50 %
de votos, como van mostrando el recuento actual de votos, Brasil irá a una segunda vuelta electoral el
26 de octubre. Como se elegirán a gobernadores, a toda la cámara baja, a un tercio
del senado y 1.069 diputados estatales, el
próximo presidente no contará con la mayoría
en el congreso por lo que tendrá que negociar con la oposición para impulsar
sus reformas.
Estas elecciones brasileñas han tenido el suspendo de un candidato presidencial
fallecido en un accidente de aviación. A una Marina Silva con un descenso en
las encuestas por sus errores en su campaña. Su inexperiencia la llevo a
cometer errores vitales como haber apoyado a los matrimonios gays y luego tras la presión de
la iglesia evangélica de la que es miembro, abandonar este apoyo, eso la mostró como una líder tibia capaz de doblegarse fácilmente frente a la crítica. Tampoco la ayudó el valor ecológico que defiende, visto de más importancia para
la clase media que para la clase popular.
Dilma Rousseff, por su parte, hizo énfasis en el número de
brasileños que salieron de la pobreza
durante los años de Lula y su primer mandato, a jugar con el miedo de los votantes a perder los beneficios conquistados como la bolsa familia e insistir que las cosas no están tan mal
como dicen los números puesto que antes estaban peor.
Dilma Rousseff, si ganara, va continuar con la actual política económica
exterior, apuntando al Mercosur, esta continuidad favorecerá a la izquierda. Si la victoria queda en manos de Marina Silva dará un giro hacia Estados Unidos, la unión Europea
y la liberal alianza del pacífico integrada por México, Colombia, Chile y Perú. Si la victoria permanece con Aécio Neves, que se perfila
como el opositor que irá a segunda
vuelta, impulsará una política cuyo objetivo es balancear las
cuentas. La victoria de la oposición conlleva una ruptura de la política exterior
de Brasil hacia América de Sur. Gane quien gane Brasil reclama un cambio.
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